29.11.02

Estas en otro lugar y en otro momento. Eso me fascina, no lo del lugar, que es puramente accidental, unos kilómetros más o menos, sino lo del momento. No sólo es que tú estés de día y yo de noche, sino que además tú estas en verano cuando yo ando muerta de frío... Todo eso debería hacer que te sintiera más lejos, pero no! Estas cerquita. Tan cerca como mi propio corazón. Pienso en ti tantas veces que parece que siempre este pensando en ti. Hoy tampoco voy a contarte nada nuevo, sólo es que recibí un mail tuyo, diciéndome que me leías y no he podido evitar desear que leyeras, desde tu verano, lo mucho que te quiero desde Barcelona.
(Tin, esto para mi Martín Argentino Preferido)

26.11.02

Horas tristes que pasan si saber que leer, que escuchar o que hacer. Esperando a que llueva, cada noche. Esperando a ver esas nubes que llenaran el ambiente de ese olor a tierra mojada. Horas tristes esperando que suene el teléfono o delante de una carta que no llega a saber escribirse de tantas cosas como hay que decir y tan poco tiempo, y tan poco espacio. Esperando que llegue la inspiración y te diga al oído, con dulces palabras, que aún piensan en ti, aunque no te llamen, aunque no te escriban, y te salgan las palabras, como antes, cuando estabamos cerca y a veces tan lejos.

Esas horas tristes son las que lleno con tu presencia, con tu recuerdo, con la invención de ti que he creado en mis sueños en horas de vigilia. Esas horas que pierdes sin tú saberlo porque no me conoces y crees que sí. Y las que pierdo yo, moldeándote a mi antojo, para que luego llegues y rompas mis esquemas. Para que quemes mis velas cuando estoy a punto de partir para un largo viaje. Y tú vengas conmigo, sin pedírtelo, sin insinuar siquiera que pueda ser de otra manera. Y renacer de mis cenizas, resurgir de la destrucción que me infringes con cada palabra tuya que no se ha hecho para consolarme.

Y partir, y no vivir más horas tristes hasta la próxima vez que me abandones, como si lo más normal del mundo fuese partir cuando más te necesito. Y no necesitar del olor de la tierra mojada hasta el justo momento de volver a sentirlo y notar cómo y cuánto lo he echado de menos. Y no tener la necesidad de esa llamada o de esa carta hasta notar que falta algo de mi misma que ni siquiera tú me puedes aportar. Vivir mis horas tristes algunas noches de soledad y lluvias.
Yo no te pido más... bueno... que vuelvas!!

El baño queda en la planta de abajo. Es un baño viejo, antes las paredes eran verde oscuro, ahora están pintadas de blanco, parece más grande. Tiene una pequeña ventana que asoma directamente encima de las vías. Mientras estas en el lavabo puedes oír el ruido de enganchar los trenes, el ruido de metal, raíles y máquinas. A veces, dentro del cuarto de baño hay una cucaracha; es enorme, negra y enorme, y existe la creencia de que es siempre la misma cucaracha, aunque a veces alguien la mata y, durante días, en un rincón, se puede observar su cadáver.
La puerta del baño tiene llave y también hay un timbre que la abre directamente desde la oficina. Pero la cerradura es vieja y la llave hace tiempo que se perdió, a veces es demasiado temprano y la oficina está aún cerrada, con su timbre de apertura automática dentro; esas veces abrimos la puerta con un abridor de botellines de cerveza. De todos modos un día él me abrió la puerta con una tarjeta de crédito y, esta mañana mismo, Tanzi la ha abierto dándole un puñetazo.

22.11.02

Me encantaría ser francesa y llamarme Madeleine. Me encantaría de verdad.
De hecho me imagino de Madeleine.
Yo de Madeleine seria igual que Sylvie.
Sylvie es un personaje totalmente secundario de una película que me gusta mucho “Les nuits fauves” (“Las noches salvajes”)
Sylvie es una chica que pasea sola, por la noche, mirando escaparates de lencería por Pigalle.
Si yo fuera Madeleine, sería como Sylvie.

Si quereis ver a Sylvie anda por algún sitio de esta red... aqui... http://www.celebritywonder.com/free/delter~1_marine~1.jpg.html, por ejemplo...

20.11.02

Da!! Peco de modesta si este es tu regalo de cumpleaños? Mi primer post dedicado, y dedicado a ti, además. Aprovechando que es tu cumple (feliz centudia) he pensado decirte lo mucho que te quiero. Ya lo sabes, claro, pero eso no quiere decir que no deba decírtelo.


“¿Tu memoria alcanza a recordar cuanto tiempo hace que nuestras vidas se cruzaron para seguir un camino entrelazado, alcanza a recordar cuantos años, meses o días, te permite calcular cuantos segundos han pasado?

El tiempo sigue jugando con nuestra vidas, se encapricha en unirnos o separarnos, más o menos tiempo y sólo nosotros podemos recordar que, junto al tiempo, allí continuamos, juntos, a su deseo y voluntad, esclavos de su coquetería, de su juego libertino con las almas que insisten en continuar unidas entre los mecanismos del reloj.

Imagina, solo por un momento, imagínatelo, que el tiempo cobra vida cuando atrás quedan los relojes y los calendarios y todo aquello que viste su efímero espíritu y nos encontramos, cada uno, ante nuestro propio tiempo, ante la línea recta por la que caminamos, por la que el pasado nos persigue como el vacío de un precipicio que se va haciendo más y más profundo a medida que damos un paso adelante, a medida que ponemos un paso en el presente para continuar en el futuro. Hasta que al fin, el vacío nos alcance para perecer y permanecer solamente en la memoria de tantos otros que, como nosotros, caminan por encima de su propia línea.

Y ahí te encuentro yo, al otro lado de mi abismo, al lado de mi camino. Y ahí estoy y o, para que cuando el presente te haga tropezar y se te antoje arrojarte al vacío, darte mi mano y burlar la trampa del destino para continuar juntos hasta que finalice nuestra línea y solo así y entonces, nos alcance nuestro propio vacío.

Ahora doy un paso más.”

Sabes que me encanta esta carta. Sé que te habrá encantado leerla. Sí, es cierto, algo tan bien escrito solo podía ser tuyo no? (Amigo egocéntrico...).

Solo recordarte todo lo que ya sabes y que a mí me tienes para siempre. Besos. Me!!

19.11.02

Durante muchos días llovió. Llovió seguido, de manera nada estridente, pero continuada, durante días. Empezábamos ya a coger color musgo y a pensar que el sol era una vieja leyenda, que no existía más que en el recuerdo de los más ancianos. Llovió durante el día y durante la noche; llenando el cauce de los ríos y los pantanos, lavándole la cara a los edificios, grises de cualquier modo. Se mojaron los árboles, los jardines, las plantas. Se mojaron las personas, los gatos callejeros, los perros con y sin dueño. Se mojaron las farolas y los monumentos. Se mojaron, incluso, las fuentes, que ya estaban mojadas. Y cuando ya la tierra no era más que un charco del cielo, una mañana, sin más, salió el sol. Durante muchos días llovió, pero no eternamente.

A veces los sentimientos son como la lluvia, parece que no va a parar de llover nunca...

16.11.02

Pienso en muchas cosas. Demasiadas. Pero de momento sólo las apunto a la lista. La lista de las cosas que debo contar y contarme a mi misma, para no olvidarlas.También hago listas de personas, de lugares y, a veces, cuento ventanas. Me duele la cabeza. Estoy nerviosa. Necesito (qué necesito?Tal vez si lo supiera todo seria más fácil).

14.11.02

Deberiais conocer a la niña Wendy. La niña Wendy es un encanto, está mal que yo lo diga pero, es un bombón. Dulce, tierna, amistosa... la niña Wendy es un cielo. Pero tiene un problema. La niña Wendy siente una especial debilidad por los niños perdidos. Tiene que cuidarlos, ayudarlos a subir cuando caen, hacerlos ver el camino cuando son eso, niños perdidos.

Wendy fue la encargada de coser la sombra a Peter Pan, cuando él llegó una noche a su casa, entrando volando por la ventana abierta. Peter perseguía a su sombra. Su sombra se había escapado, se había despegado de su cuerpo. Peter consiguió encerrarla en un cajón pero luego no sabia como unirla a su cuerpo. Fue Wendy quien lo hizo. Wendy cosió la sombra del niño perdido. Lo que nadie sabia (ni Peter ni la propia Wendy) fue que al coserla, puntada a puntada, fue creando una costura más fuerte de lo que cualquier persona podría pensar, Wendy cosió su propio corazón, cosió su corazón al corazón de los niños perdidos.

Wendy unió a Peter a su sombra y éste aceptó un beso de Wendy. Aceptó un beso extendiendo su mano. Wendy puso sobre la mano un botón, para no avergonzarlo.

Peter llevó a Wendy al País de Nunca Jamas. Wendy conoció allí a muchos de aquellos niños. Wendy acabó de coser su corazón a los niños perdidos. Les contaba cuentos. Les tapaba para dormir. Les hacia de mamá.

Y todo eso quedó en Wendy. Wendy no puedo volver a ser lo que era antes. Wendy nunca dejó de buscar niños perdidos, en cualquier parte. Les abrazaba. Les dejaba dormir en su regazo. Y les regalaba besos que eran botones.

Hoy la niña Wendy también anda algo perdida. Solo necesita que alguno de sus niños la acoja a ella entre sus brazos.


11.11.02

Dame la mano
Estoy en un acantilado,
Dame la mano.
Voy a saltar.
Dejar que el viento me despeine.
Dejar que el destino decida.
Ya no tengo miedo,
Si me das la mano.
El viento es frío y corta,
El estomago vacío se retuerce
La cabeza me da vueltas.
Pero tengo confianza,
Si tu me das la mano.
Me estrellare contra el suelo?
Encontraré lo que busco?
Puede ser, que el destino decida
Ya no tengo miedo,
Si me das la mano.
Sin duda seguiré adelante,
Y siempre,
Siempre,
Tendré una sonrisa para ti.

Esta poesia es del niño Hanoc, la escribió para la niña Mishie.
Me encanta. Me hace pensar en muchas cosas. Pero sobre todo, sobre todo, una pregunta: algún dia alguien sentirá todo eso por mi???
No sé porque todo sale por triplicado. Estoy peleando hace horas contra esto, pero no consigo encontrar el fallo. Si sigue asi tomare soluciones drasticas. Seguimos.

8.11.02

Huyendo del pecado atravesamos ríos, atravesamos montañas y desiertos. Pero el pecado nos siguió y nos hacía volvernos aún a riesgo de convertirnos en estatuas de sal a cada instante. Atravesamos ríos como nunca los vimos, ríos caudalosos de aguas tranquilas y ríos pobres con aguas turbulentas. El pecado nos seguía de cerca. En las montañas no nos fue mejor. Hacía frío en las altas cumbres y pasamos calores terribles cuando andábamos cerca del sol. Pero el pecado nos seguía cada vez más veloz. En el desierto el peor enemigo fueron los recuerdos, la falta de lluvia y los olores secos. Andamos por la noche y también por el día, la arena se nos metía en los ojos. Pero el pecado nos seguía aún. Y cuando creímos que todo estaba perdido nos alcanzó el pecado, lo veíamos en los ojos de las gentes cuando nos miraban, en los niños que siempre habían sido los inocentes, en las flores que no abrían sus pétalos por nosotros... pero el pecado nos dejó. Cuentan que persiguió a una joven por no se qué imprudencia que había cometido, quizás por amar mucho, y ella huyendo del pecado atravesó ríos, montañas y desiertos. Nosotros le gritamos que no huyera, pero el pecado era algo de lo que había que huir.

7.11.02

Ser altamente exhibicionista tiene esas cosas... una deja ver lo que le gusta, por si algun dia alguien esta dispuesta a perseguirla...

Esperar un día de sol para acabar saliendo por la noche. Tener los pies fríos y todo lo demás caliente. Dar un beso cuando decimos hola y otro beso para decir adiós. Oír música y preferir el silencio. Oír el silencio y preferir la música. Tener cubiertos y comer con los dedos. Madrugar un domingo de fiesta. Soñar que estas despierta. Soñar despierta. Dejarse mojar por la lluvia cuando sólo caen cuatro gotas. Oler la tierra mojada como si fuese el único aire respirable del mundo. Leer palabras de alguien que lleva siglos muerto. Extrañar (marcando mucho la x) a quien hace tiempo que no vemos. Besar con la pasión que da el conocimiento. Dejar perder la vista en el horizonte. Hacer que alguien te mire y que todos te admiren. Preguntar la hora aún llevando reloj. Decirle a otra el nombre de ella. Inventar palabras que no signifiquen absolutamente nada (y no es fácil). Llorar de felicidad y no poder contener las lágrimas. Sentirse mareada, despacio y etérea. Conducir por la noche con las ventanas abiertas. Leer, pasado el tiempo, lo que tú misma escribiste. Recibir cartas de amigos. Conocerse y quererse además de gustarse. Pensar que estas en otro sitio cuando estás donde no quieres estar. Llorar siempre en las mismas escenas de las mismas películas. Saber que el mundo es muy grande y sentirse muy pequeña. Leer cosas por la calle que te recuerdan otra s cosas. Silbar canciones y cantar en voz alta. Besar a media noche y a medio día y besar a todas horas.

Ser las cinco de la mañana y estar despierta, en vez de estar durmiendo. Tener sueño y ganas de dormir, querer estar calentita en una cama, propia o ajena, pero durmiendo.

Para Jaime, para el niño Hanoc y para Rafa. Cada uno sabe porqué.