14.11.02

Deberiais conocer a la niña Wendy. La niña Wendy es un encanto, está mal que yo lo diga pero, es un bombón. Dulce, tierna, amistosa... la niña Wendy es un cielo. Pero tiene un problema. La niña Wendy siente una especial debilidad por los niños perdidos. Tiene que cuidarlos, ayudarlos a subir cuando caen, hacerlos ver el camino cuando son eso, niños perdidos.

Wendy fue la encargada de coser la sombra a Peter Pan, cuando él llegó una noche a su casa, entrando volando por la ventana abierta. Peter perseguía a su sombra. Su sombra se había escapado, se había despegado de su cuerpo. Peter consiguió encerrarla en un cajón pero luego no sabia como unirla a su cuerpo. Fue Wendy quien lo hizo. Wendy cosió la sombra del niño perdido. Lo que nadie sabia (ni Peter ni la propia Wendy) fue que al coserla, puntada a puntada, fue creando una costura más fuerte de lo que cualquier persona podría pensar, Wendy cosió su propio corazón, cosió su corazón al corazón de los niños perdidos.

Wendy unió a Peter a su sombra y éste aceptó un beso de Wendy. Aceptó un beso extendiendo su mano. Wendy puso sobre la mano un botón, para no avergonzarlo.

Peter llevó a Wendy al País de Nunca Jamas. Wendy conoció allí a muchos de aquellos niños. Wendy acabó de coser su corazón a los niños perdidos. Les contaba cuentos. Les tapaba para dormir. Les hacia de mamá.

Y todo eso quedó en Wendy. Wendy no puedo volver a ser lo que era antes. Wendy nunca dejó de buscar niños perdidos, en cualquier parte. Les abrazaba. Les dejaba dormir en su regazo. Y les regalaba besos que eran botones.

Hoy la niña Wendy también anda algo perdida. Solo necesita que alguno de sus niños la acoja a ella entre sus brazos.


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