15.1.03

El gris baja del cielo y nos rodea con sus notas graves. Las gotas de lluvia mojan el cristal, primero dibujando círculos perfectos, luego, cuando hay más, caen como lágrimas y cuando el limpiaparabrisas seca el cristal vuelve a empezar el mismo movimiento. En unos segundos se repite todo varias veces y es algo hipnótico. El cielo gris nos rodea con sus brazos de niebla y humedad. Nos abraza y moja nuestros sentimientos (y, como todo el mundo sabe, los sentimientos que se mojan tienden a la melancolía, al recuerdo, a la tristeza). La lluvia baja y nos arrastra hacia nuestro propio interior.

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