13.3.06

Recuerdo que de pronto nos paramos...

Hacia tantas noches que no soñaba con Peter Pan que cuando le vió aparecer en la ventana tuvo que parpadear repetidas veces hasta tomar conciencia de lo que veía. Luego llegó el olor a algodón de feria y a dulces de canela. Poco después los fuegos artificiales sobre el horizonte. Al cabo de un minuto la música de ensueño que la transportaba a lugares de ensueño. Miró al cielo y habían dos maravillosas lunas llenas. En cambio, ninguno de los dos tenía sombra (de nuevo) y los besos se habían vuelto botones (otra vez).

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