25.5.09

Dame mi alma y déjame en paz...

Recordaba perfectamente la melodía, podía tararear todos los sonidos… pero no alcanzaba a recordar la letra. Cuantas veces habría oído esa canción? Cuantas la habría cantado? Y, ahora, no recordaba nada de lo que decía. Nada de lo que decía con palabras, claro.
A veces las palabras no son lo más importante.
Otras veces, luchan tanto por salir que se escapan solas de los dedos…

1 comentario:

GAN dijo...

¡Por fin!, gracias por volver a la vida con tus palabras, "pequeñas tretas para continuar en la brecha". Muchos besos y a ver si la cantamos juntas muy pronto.