Las historias inventadas parecen tan reales como las que ocurrieron y todas se guardan en el mismo sitio, lejos de ti.
Y los otros olores y las otras promesas parecen no importar, aunque tuvieron otras veces papeles protagonistas. Y realmente da igual, cuándo o dónde ocurrieron, porque no estabas tú y no eran nuestra historia.
Sumaremos horas perdidas a la cuenta. O las apuntaremos sin sumarlas,para no descubrir que ya llevamos vidas perdidas, de tanto sumar.
Tendremos que imprimir algunas de nuestras fotos, quizá para recordar, o por el simple placer antiguo de poder romperlas a trocitos.
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