6.4.13

Ventanas abiertas para que entre la primavera

Es posible que estés detrás de una de esas ventanas iluminadas, tapadas a penas con cortinas suaves.  Es posible que hayas llegado tarde a casa, sin ganas casi de cenar cualquier cosa. Es posible, incluso, que te hayas puesto una copa de vino y estés pensando en nada, mientras no haces nada.

Mientras tanto yo, detrás de otra ventana, intento adivinar si has llegado cansado y si has llegado solo. Intento adivinar si vuelves a salir, o apagaras la luz justo cuando te duermas.

Y me invento que un día, detrás de esa ventana, quizá mires en mi dirección y hasta quizá me veas. Quizá me       recuerdes de aquella noche, de aquel verano, de aquella acera perdida en la ciudad. Quizá recuerdes que pusiste tu mano sobre mi brazo, levemente.  Quizá recuerdes que fuiste mi regalo después del desengaño.  Pero lo dudo, todo es parte de la historia que me invento de ti.

Quizá un día existas detrás de la ventana.

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