1.4.13

Pronto la primavera...

Pasaron muchas cosas. Fueron años sin hablar de ello. Parecía demasiado sórdido, algunos días y demasiado vacuo, los otros.
Luego el presente se llenó de recuerdos y el pasado invadió el día a día. Tampoco valía la pena hablar de ello.
Quedaban pocas posibilidades de romper el círculo. Pocos modos de salir de la monotonía autoimpuesta.

Una noche soñé que existías.

A partir de ahí, las pesadillas fueron lo único real.

Hoy puedo mirar aquellos días como quien mira un cuadro que no entiende o quién asiste a una conversación en un idioma que no acierta a descifrar. Luego puedo caminar unos pasos y creer que recuerdo una historia que alguien me contó y que no tenía un final feliz.

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