29.1.03

Vuelvo a pensar en el tiempo, en la realidad o la ficción que supone el movimiento imparable de esas agujas. El tiempo no existe. Lo que pasó ya no existe. Entonces, ¿porqué sigue estando ahí? Es como si el espejo siempre devolviera las mismas imágenes aunque el objeto que tiene delante sea distinto cada vez. La lógica pierde su poder aplastante y empiezan a tener sentido las cosas que nunca, a la luz del día, lo han tenido. Y el tiempo sigue estando ahí. Duermo una noche entera y parece que solo haya dormido unos segundos, ¿acaso no es verdad que esta noche ha sido más corta? Estoy contigo y el tiempo pasa veloz como el relámpago, ¿acaso no es verdad que tú tienes la capacidad de controlar el tiempo? Estoy sin ti y el tiempo se detiene, pasa lento, no pasa nunca. Tal vez sea verdad que el tiempo no existe, tal vez sea verdad que el sol sale cuando le apetece y los inviernos llegan cuando quieren. Quizás. A lo mejor solo es tiempo lo que paso sin ti.

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