10.2.03

¿Alguna vez has visto cómo al tender la ropa, recién lavada, en las cuerdas, bajo el sol, se desprendía de su humedad un suave vapor, tenue y volátil, que subía, elevándose directamente hacia el azul del cielo?
Esos segundos mágicos los dedico únicamente a pensar en ti. A imaginar si leerás mis palabras y si para ti significaran al leerlas la mitad de lo que para mi significa escribirlas.

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