19.4.03

Pasan los días, con sus segundos y sus minutos, con sus largas horas de aburrimiento y sus raudas horas de diversión. Pasan los meses, lluviosos y húmedos y soleados, secos y calurosos. Y pasan, al final, los años. Dibujando una sonrisa maliciosa cuando pasan de largo, recordándonos que somos nosotros los que sufrimos su paso, los que lloramos por aquellos años que se fueron y soñamos con aquellos que están por llegar. El tiempo, siempre, el tiempo…

(Odio los relojes y los calendarios).

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