13.2.07

...pero tampoco los ángeles tienen hélices...

Buscó entre los recuerdos la aguja que utilizó tantas veces para coser la sombra de Peter Pan y decidió si esta vez los besos serian botones o dedales. Se asomó a la ventana con la excusa de mirar la forma de las nubes y con el claro objetivo de volver a pasar las noches dejándola abierta. Se fijó en los tejados, en el color del cielo, en algunas ventanas lejanas aún iluminadas... luego miró sus manos, vacías. Ahora solo tenía que sentarse a esperar, de nuevo. Volvía a ser Wendy.

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