Hace días que no pasea a mi lado. Con ese vestido verde, vaporoso, con el que se presenta casi siempre. Hace noches que no se pone a dar vueltas cerca de mí, rozándome con sus ropas sutiles y con sus largos cabellos. Debe pasear por otros sitios. O debe estar escuchando los sueños del mundo. A veces lo hace, desaparece durante días o incluso meses, es tan libre… Y luego, sin que ya la espere, se presenta en la noche. Con esa sonrisa triste, a la que falta lo mismo para hacer reír a carcajadas que para romper a llorar casi sin consuelo. Pasea cerquita de mi. Susurrándome olores lejanos, para que yo sepa que esta allí. Y, cómo no voy a saberlo? De pronto me hace verlo todo de forma diferente.