11.11.03

La noche del eclipse

Fuiste un niño perdido entre mis brazos. Tus preguntas eran tan torpes como absurda la ausencia de los besos. Me dejaste tocarte un poquito el corazón, pero a la vez, me tirabas del pelo. Y me tapaste los ojos con tu mano, no me dejabas verte. ¿Acaso olvidaste que podía oír perfectamente tus gemidos?

No hay comentarios: