El gris lo envuelve todo. Llueve mucho, gotas gordas que hacen musiquita encima del asfalto, encima de los coches, contra los cristales y sobre las cabezas de las personas...
La calle es totalmente cuesta abajo y la agüita corre cada vez más rápido, como si se tratase de un riachuelo nuevo, recién estrenado, aquí en el barrio.
Y hace frío, sólo un poquito, frío de pies fríos. Parece que por fin va a acercarse el invierno...
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