5.6.07

Vuelvo a tu puerto a aliviar mis penas con tu bálsamo...

Ni siquiera entre dos se pueden contar todas las estrellas de ese cielo, por la noche.
Y hay un sol que solo quema si te quedas a su alcance, y no entra en las casas de gruesas paredes pintadas de blanco, durante el día.
Se oyen los pájaros, los perros y las moscas.
Y, si se escucha con atención, se sienten moverse las espigas bailando con las amapolas.


Por lo demás, me sigue fascinando viajar por encima de las nubes, donde la luz siempre es dorada... y creer que floto entre algodones que me imagino que huelen igual que su pelo recién lavado.

9 comentarios:

GAN dijo...

Uhmmm! lo de viajar sobrevolando las nubes es verdaderamente maravilloso. Muchos besos

Cripto dijo...

¿Intercambio de links?

ohm dijo...

pues no, al final no estuve para la verbena en el sweet. me quedé con las ganas. ¿y ud. a qué sitios va que nunca coincidimos?

GAN dijo...

¡Estoy de vacaciones! Muchos besos

Ernesto Castro dijo...

Interesante poema. Muy prosaico. Me gusta tu estilo

Aixa Bonilla dijo...

Perderse por el infinito sobrevolando las nubes... un sueño irrealizable, pero al alcance de cualquiera.

Bonito texto.

Anónimo dijo...

rty

Anónimo dijo...

no?

Unknown dijo...

muy bonito. Felicidades por su blog.
Un saludo.