Las distancias son cortas, sobre los mapas, pero luego es taaaaan lejos... Es como tú, parece que pueda rozarte a penas con las puntas de mis dedos, pero es mentira, estás lejana, remota, inalcanzable, distanciada, distante, incierta...
Los mapas, los relojes, incluso los espejos... todos nos mienten.
Y a ti, no quiero conocerte, para que no acabes también engañándome. Es mejor así, cuando aún no te conozco, ni sé de tus sueños, ni de qué sabor te gustan los helados... aunque casi seguro será de chocolate...
2 comentarios:
Es la prueba de la existencia, si me engaño existo, aunque luego cueste salir del solipsismo. Muchos besos
A veces conoces y sigues conciendo y conociendo, y siempre te sorprende
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