13.10.12

Secretos

Durante algunos años había ido escribiendo pequeñas historias en pequeños papeles. Luego iba guardando los papeles en una caja de flores amarillas. Había muchos. Alguna vez los había releído, desordenadamente. La caja había sobrevivido a dos mudanzas. Ahora ocupaba un lugar privilegiado, a los pies de su cama.
Pero hacia mucho tiempo que no habían papelitos nuevos. Y el olor de los viejos se había ido alejando y volviendo extraño.
Un día que se sintió feliz, cogió la caja y la llevó a la calle. Desde el puente por el que ahora solo pasaba un cauce seco, tiró a trocitos todos los papeles.
Unos niños que no sabían lo que era jugar en la calle, encontraron algunos de los papeles y jugaron a hacer barquitos con ellos.
Barcos de papel para un cauce seco.
Ella lo llamó "tirar el lastre".

1 comentario:

GAN dijo...

Es como las canciones del maestro, cuanto más lo leo, más me gusta.